LA VIDA CRISTIANA
Base Escritural: Romanos 12:9-13
Introducción:
Uno de los grandes objetivos de un cristiano que experimenta
el proceso de crecimiento en Jesucristo es llevar a la vida práctica los
principios bíblicos que aprende cada día. Es la mejor forma de testimoniar
sobre los alcances del mensaje transformador de Jesucristo.
I.- El amor, hechos más que palabras (vv.9-13)
1.- Un amor que nace del corazón (v.9 a)
— Un cristiano no es hipócrita
2.- El amor, un principio de vida en el trato
con los demás (v. 10 a).
— El amor valora a cada persona (v. 10 b).
3.- El amor se refleja en acciones prácticas
(v.13).
— Aportar para las necesidades del prójimo.
— Acoger al prójimo con hospitalidad.
II.- Nuestra vida debe orientarse a agradar a Dios (vv.9—
11)
1.- Quien ama a Dios, aborrece lo malo, todo
aquello que no edifica (v. 9 b).
2.- Quien ama a Dios, busca el sendero que
conduce a lo bueno (v. 9 c).
3.- Quien ama a Dios, desecha la pereza en
cuanto al servicio en la obra (v. 11 a).
4.- Quien ama a Dios, le sirve con todo su
corazón, su mente y sus fuerzas (v. 11 b).
III.- El caminar de la mano de Dios se construye día a
día (v.12)
1.- La esperanza en Dios nos ayuda a conservar
el gozo pese a cualquier circunstancia (v. 12 a).
2.- Cada día aprendemos a manejar las
circunstancias adversas (v. 12 b).
— “sufridos en la tribulación”
3.- El cristiano aprende el principio de la
perseverancia en la oración (v. 12 c).
El amor, manifestado a Dios y al prójimo, se traduce en
pautas de vida que reflejen el poder del evangelio en nuestra existencia. Ese
amor obrando en nosotros, nos afianza en el proceso de crecer en Dios, el que a
su vez desarrollamos cuando cerramos al puerta al mal y abrimos el corazón para
albergar el bien. La Palabra de Dios nos insta a vivir a Cristo de forma
práctica.
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