¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.
1 Corintios 14:15 —
La vida del cristiano debe estar avivada. No se puede ser
creyente y a la vez vivir desconectados de Dios, que es la fuente de nuestro
poder. La única forma de ser eficaces es dependiendo de Él enteramente. Él
puede obrar poderosamente en aquellos que disponen su corazón para estar en la
Presencia divina. El Señor es quien nos asegura la victoria siempre. ¿Cuánto
tiempo pasa usted en la Presencia del Señor? Hoy es el día para que evalúe su
vida y se disponga a mantener una vida de intimidad con Él.
I. Dios está atento a nuestras oraciones
1. Dios espera que elevemos oraciones delante de
Su Presencia (Jeremías 33:39
a. Es necesario clamar
b. Es necesario creer
c. Es necesario disponer el corazón para
perseverar en Dios
2. Dios escucha nuestras oraciones y responde
con poder (Salmos 34:4; 6)
a. Vamos a Dios en procura de que transforme
nuestras circunstancias
b. Vamos a Dios creyendo que tiene cuidado de
nosotros
II. Dios responde a nuestras oraciones
1. La oración delante de Dios debe estar
revestida de fe (Santiago 5:16 a)
2. Cuando tenemos fe, estamos dando por sentado
que Dios obrará con poder en respuesta a nuestras oraciones (Marcos 11:24 y
siguientes)
3. Nuestro amado Dios no deja en verg*enza a
quienes se atreven a creer (Salmos 34:5)
4. Dios nos provee en las dimensiones física y
espiritual (Salmos 34:9, 10)
III. Dios valora nuestro compromiso y perseverancia en la
oración
1. Si tan solo tenemos fe, lo imposible se
hará posible con la oración (Mateo 17:20)
2. El Señor advirtió sobre la necesidad de estar
alerta, dispuestos para orar y evitar que haya pecado en nuestra vida (Lucas
18:8)
3. Al orar dejamos de lado todo asomo de duda
(Mateo 20:21, 22)
4. Si apartamos el pecado de nuestra vida, Dios
responderá con poder (Juan 9:31)
5. Si perseveramos en la oración, Dios
responderá de una manera sobrenatural (Lucas 18:1)
Cuando vamos al Señor en Oración, es necesario que tengamos
conciencia de que no sólo es la voluntad de Él, sino que nuestro amado Padre
celestial responde con poder a nuestro clamor. No podemos perder el horizonte,
desconociendo que lo posible se hace posible, cuando oramos, creemos y si es
necesario, perseveramos hasta alcanzar el milagro. Hay que tener en cuenta que
hay factores que pueden poner tropiezo a la oración, de ahí la necesidad de
perseverar en el clamor.
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