Mateo 20
El gran secreto de la felicidad es no mirar hacia atrás, por
más que el pasado haya sido bueno, demos pasos hacia adelante.
No seas conformista con tu situación, pide ayuda a
Dios y a los que el ponga en tu camino. V 30 “Y dos ciegos que estaban sentados
junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor,
Hijo de David, ten misericordia de nosotros!”
Da un paso más allá, no te fijes en los demás. Así parezca
que nunca lo alcanzaras. V 29 “Al salir ellos de Jericó, le seguía una gran
multitud.” A los ciegos no les importo que hubiera mucha gente ellos lo
intentaron.
Si fallaste vuelve a intentarlo. Los hombres que
consiguieron grandes cosas no lo lograron de la noche a la mañana, lo
intentaron una y otra vez.
Arriésgate no tengas miedo, date otra oportunidad de
amar o en el trabajo en el estudio, en la empresa que quieres montar.
Etc.
No dejes que tu pasado te detenga, con Jesucristo somos
nuevas criaturas, ya todo lo viejo paso, ahora solo tenemos un bello presente y
un magnifico futuro.
Recuerda que el tiempo pasa y que la oportunidad que Dios te
está dando hoy tal vez nunca la vuelvas a tener.
La única forma de nunca detenernos y seguir siempre adelante
es si sabemos que es lo que queremos, debemos tener una meta o un propósito claro.
V 32 “Y deteniéndose Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os
haga?”
No escuches a los que té quieren detener. V 31 “Y la
gente les reprendió para que callasen;” hay una pequeña historia que nos puede
servir para esta reflexión: Un grupo de ranas viajaba por el bosque, cuando de
repente dos de ellas cayeron en un pozo profundo. Las demás se reunieron
alrededor del agujero y, cuando vieron lo hondo que era, le dijeron a las
caídas que, para efectos prácticos debían darse por muertas. Sin embargo, ellas
seguían tratando de salir del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras les decían
que esos esfuerzos serían inútiles.
Finalmente, una de las ranas atendió a lo que las demás
decían, se dio vencida y murió. La otra continuó saltando con tanto esfuerzo
como le era posible. La multitud le gritaba que era inútil pero la rana seguía
saltando, cada vez con más fuerza, hasta que finalmente salió del hoyo. Las
otras le preguntaron: ¿No escuchabas lo que te decíamos? La ranita les explicó
que era sorda, y creía que las demás la estaban animando desde el borde a
esforzarse más y más para salir del hueco.
No te desanimes sigue intentando. V 31 b “pero ellos
clamaban más, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de
nosotros!” es fácil echarse a morir cuando se tiene problemas, lo difícil y
grandiosos es decidir que hay que seguir luchando.
Se firme en lo que quieres no dejes que las circunstancias
cambien lo que tanto anhelas. V 33 “Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos
nuestros ojos.”
Si no te detienes al final encontraras lo que tanto quieres.
V 34 “Entonces Jesús, compadecido, les tocó los ojos, y en seguida recibieron
la vista; y le siguieron.”
Si te equivocas, no te detengas, sigue delante y triunfarás.
La meta está más cerca de lo que tú crees.
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