¿Qué significa estar muerto al pecado?
La frase, “muerto al pecado”, ocurre sólo una vez en
la Biblia:
- Romanos
6:11: “Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para
Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.”
Como cristianos, estamos muertos al pecado, pero vivos para
Dios, en Cristo Jesús. Considere los siguientes versículos:
- Romanos
6:2, 10-11: “2 En ninguna manera. Porque los que hemos
muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 10 Porque
en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; más en cuanto vive,
para Dios vive.11 Así también vosotros consideraos muertos
al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.”
- Romanos
7:4: “Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante
el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los
muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.”
Este último versículo, es particularmente interesante y
relevante para responder la pregunta. Debido a nuestra unión en y con Cristo y
debido a que estamos “en él” (El siguiente versículo está
relacionado con la representación: 1ª Corintios 15:22: “Porque así como en Adán
todos mueren, también en Cristo todos serán
vivificados.” Énfasis añadido.), se dice, que cuando Jesús murió en la cruz,
nosotros morimos con Él. La Biblia dice que Ud. está libre de la Ley cuando
muere; por lo tanto, debido a que hemos muerto con Cristo, hemos muerto a la
Ley. Lo que es interesante, es que la Ley, nos revela nuestro pecado. Pero si
la Ley ya no tiene más poder sobre nosotros, porque hemos muerto a ésta con
Cristo, entonces, se nos dice que estamos muertos al pecado.
Ya el pecado no tiene más poder sobre nosotros para
condenarnos, porque la consecuencia del pecado, la cual es, muerte (Ro 6:23),
fue satisfecha por Cristo cuando murió en la cruz (1 Co 15:1-4).
El contexto de romanos 6:5-11, es revelador:
- “Porque
si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así
también lo seremos en la de su resurrección; 6 sabiendo
esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que
el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al
pecado. 7 Porque el que ha muerto, ha sido
justificado del pecado. 8 Y si morimos con Cristo,
creemos que también viviremos con él; 9 sabiendo que
Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se
enseñorea más de él. 10Porque en cuanto murió, al pecado
murió una vez por todas; más en cuanto vive, para Dios vive. 11 Así
también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en
Cristo Jesús, Señor nuestro.”
En el v. 6, Pablo nos dice que “nuestro viejo hombre fue
crucificado juntamente”, con Cristo y que ya no somos más siervos/esclavos
del pecado. En el v. 8, “morimos con Cristo”; por lo tanto, cuando llegamos
al v. 11, debemos considerarnos “muertos la pecado”, o sea, al poder que
tenía sobre nosotros y estamos vivos por el poder de Dios en nosotros.
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