¿CÓMO INSPIRARME EN JESÚS ?
1) Desecha las cargas y el pecado,
Hebreos 12:1.
Nota: El texto nos indica dos cosas que debemos
de las cuales debemos despojarnos:
a) “peso”: del griego “onkos” que
significa: bulto, masa, estorbo. Son aquellas cosas adicionales que cargamos y
no son nuestras. Preocupaciones, ansiedad, falta de perdón, incredulidad,
miedos, etc. Estas cosas debemos ponerlas en las manos de Dios y confiar en él.
b) “pecado que asedia”: tentación que
nos enreda y quiere hacernos caer. Es un pecado al acecho, por ejemplo Dios le
dijo a Caín: (NVI) “Si hicieras lo bueno, podrías andar con la
frente en alto. Pero si haces lo malo, el pecado te acecha, como una
fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo” Gén. 4:7. Una
tentación del creyente es querer tomar su propia justicia con sus manos
(venganza). Te invitamos a leer: “La restauración del apóstol Pedro”.
c) “corramos con paciencia”: con
perseverancia. Se nos presenta la imagen de un estadio, y los espectadores son
los héroes de la fe del Antiguo Testamento. El atleta deja de correr por
diversas razones: cansancio, una lesión (herida), desánimo, desesperanza, distracciones,
etc.
Nota: "Puestos los ojos en Jesús". El
Señor Jesús es nuestro mejor ejemplo. No pongas tus ojos en personas o en
instituciones porque te decepcionaran, en cambio Cristo nunca te fallará. La
fortaleza de Jesús fue el gozo (por obedecer al Padre, por la seguridad de la
gloria postrera y por el galardón o corona). Jesús enfrentó oposición,
calumnias, hostilidad de cercanos y extraños. Un atleta enfrenta cansancio,
burla de los espectadores, tentación para dejar la carrera, soledad, posibles
envidias de ver a otros ganar, etc. Jesús corrió la carrera como el Padre se la
diseñó, y hoy vive en nosotros, y por él podemos correr la carrera que tenemos
por delante.
3) Valora
la disciplina, Hebreos 12:5-6.
Nota 1: El Padre celestial disciplina a sus
hijos. La palabra disciplina es traducida del griego “paideia”, que significa
además: formación dada a un niño; instrucción; corrección para formar un
carácter (hay una gran relación entre discipular y disciplinar).
Nota 2: La formación del carácter en un
atleta es fundamental, de lo contrario el fracaso en la carrera está anunciado.
El texto nos dice respecto a la disciplina “no la menosprecies, ni desmayes por
ella”, porque él está haciendo de ti un gran atleta, y correrás grandes
carreras para el Señor, y emprenderás grandes proyectos para el reino de Dios.
Valoremos lo que el Maestro está haciendo en cada uno de nosotros.
4) Esfuérzate y sé integro, Hebreos
12:12-14.
Nota: Se destacan aquí algunas palabras
fundamentales, veamos:
a) “Levantad”: la L.B.A. dice
“fortaleced”. Las manos caídas simbolizan desánimo, desaliento. Las rodillas
paralizadas son figura de estancamiento, no hay avance.
b) Según el vrs. 13 las sendas derechas debemos
hacerlas nosotros, y el andar en ellas traerá sanidad para lo que está mal en
nuestra vida, la Versión Ausejo) dice: “y haced los senderos rectos
para vuestros pies, a fin de que lo que cojea no se disloque, sino más bien se
cure”.
c) El vrs. 14 nos insta a
“seguir la paz”. Hay corredores que pelean (por ejemplo en el ciclismo, en el
futbol, etc); “y la santidad” hay corredores que causan sorpresa por documentos
falsos, doping, uso de medicamentos prohibidos, vemos entonces ausencia de honestidad.
Los buenos atletas no sólo llegan a la meta, sino que son íntegros dentro y
fuera de la competencia.
5) No
negocies tu corona, Hebreos 12:16-17.
Nota: Esaú cambió la recompensa del cielo por un bien
terrenal (la primogenitura por un plato de lentejas). Que hermoso y
gratificante serán los galardones y las coronas que el Señor entregará en el
tribunal de Cristo. Pero, el mayor tesoro no serán las bendiciones del cielo,
sino estar para siempre con el Señor. La más grande recompensa, no es la corona
más hermosa, sino estar con el Rey de reyes y Señor de señores para
siempre.
Ante las dificultades el atleta puede pensar en
no continuar. Ante ésta situación Dios le dice a sus hijos: “puestos los ojos
en Jesús”. Míralo por encima de los problemas, y sigue avanzando él te
fortalecerá, él venció y ahora vive en ti, tu puedes. Corramos la
carrera que tenemos por delante puestos los ojos en Jesús.
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